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sábado, 22 de octubre de 2016
domingo, 16 de octubre de 2016
Objetivo
Este blog tiene como objetivo informar a la sociedad (jóvenes, adultos, etc), sobre algunas estadísticas de México y consecuencias que tiene o trae el ser papás a temprana edad. Sin saber hay detrás de todo eso.
Qué esperar cuando estás esperando
El embarazo adolescente o embarazo precoz puede definirse como aquel que ocurre dentro de los primeros dos años de edad ginecológica (tiempo transcurrido desde la menarquía) y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen o no han alcanzado la mayoría de edad jurídica (variable según los distintos países del mundo).
La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son considerados como embarazos imprevistos o no deseados, provocados por la práctica de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos.
Uno de los problemas más complejos que actualmente confronta la reproducción humana se produce justamente en este período: el embarazo en la adolescencia es considerado como un problema biomédico con elevado riesgo de complicaciones durante el embarazo y parto, que conlleva un incremento en las tasas de morbilidad y mortalidad materna, perinatal y neonatal.
Pero las consecuencias adversas del embarazo en la adolescencia no sólo son físicas, sino que tiene además implicaciones socioculturales, psicológicas y económicas, con elevado coste personal, educacional, familiar y social.
Esto es así especialmente en las chicas más jóvenes (15-16 años). Entre los problemas que se presentan habitualmente en estas jóvenes, se encuentran:
- Siguen una dieta inadecuada a su estado.
- Utilizan tarde o con poca frecuencia el servicio de atención prenatal, lo que supone una dificultad mayor para aceptar la realidad, retraso de la primera visita, desconocimiento del tiempo de gestación.
- Incumplen el tratamiento.
- Tienen actitudes de pasividad, falta de respaldo, depresión.
Dado el incremento de la actividad sexual en la etapa adolescente, especial atención merecen también los patrones erróneos de conducta sexual, que pueden desencadenar infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, con toda la problemática que se asocia a su aparición.
A que se asocia el embarazo en la adolescencia
En la actualidad está ampliamente reconocido que el embarazo en adolescentes y la maternidad temprana está asociada con el fracaso escolar, deterioro de la salud física y mental, aislamiento social, pobreza y otros factores relacionados.
En este sentido no pocos autores afirman que el embarazo en la adolescencia debe ser contemplado, como un embarazo de alto riesgo.
Los factores de riesgo que más influyen en la probabilidad de embarazo en la adolescencia son la mala información sobre la sexualidad y desconocimiento de los métodos anticonceptivos, junto a un bajo nivel educacional procedente de los padres.
El desconocimiento se agrava debido a que el tema de la sexualidad todavía sigue siendo un tabú en las relaciones paterno-filiales.
Otro factor de riesgo es el egocentrismo adolescente, que hace que piense, en una especie de omnipotencia, que la relación entre coito y embarazo no se dará en su caso.
"México tiene serios problemas de menores embarazadas:Salud"
- A diario dan a luz mil mujeres de entre 10 y 19 años, señala Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y promoción de Salud.
A diario mil niñas de 10 a 19 años de edad se convierten en mamás en México. Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo que el embarazo en adolescentes representa un “serio problema” en nuestro país, al grado que en 2014 hubo 374 mil 75 nacidos vivos de madres de entre los 10 y 19 años de edad, de acuerdo con el Subsistema de Información sobre Nacimientos (Sinac), según informa El Universal.
“De éstos, 6 mil fueron en niñas menores de 14 años. Hay registros de niñas de 10 años de edad, imagínense ustedes como mujeres u hombres tener un hijo a los 10, 11 o 13 años, esto complica mucho la situación”. Según Pablo Kuri, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) proporciona diferentes cifras a las anteriores. “Hay 11 mil nacimientos al año que corresponden a adolescentes embarazadas. Dicho de otra manera, tenemos un serio problema en México, las estadísticas no mienten y algo tenemos que hacer”.
Esto según datos revelados por Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, del Gobierno Federal. Agregó que “el embarazo en adolescentes representa un serio problema en nuestro país, y que los estados del norte tienen la tasa más alta de adolescentes embarazadas, sobre todo en Chihuahua y Coahuila¨.
Sobre las características de las madres adolescentes en México, señaló que 84% de las niñas que registraron un nacido vivo tenía 14 años; 35 % con secundaria incompleta; 23% han concluido la educación primaria y 17% con primaria incompleta.
En la adolescencia el embarazo y la maternidad se han convertido en un enorme problema social, económico, familiar y de salud pública. Las mujeres adolescentes aún se encuentran en crecimiento físico y al exigirles a sus cuerpos albergar un embarazo las pone en situaciones de riesgo para su salud y la de sus hijos/as.
Para la UNICEF en la región de América Latina la incidencia de embarazos en adolescentes es alta y no desciende, se relaciona con contextos de mayor pobreza y desprotección, y arrastra consecuencias problemáticas para la joven madre, su familia y su prole.
Además el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, menciona que debe ponerse atención en la maternidad adolescente por las siguientes razones: en primer lugar, porque se presenta con mayor frecuencia entre las jóvenes de familias pobres, lo que tiende a reproducir la pobreza y la falta de oportunidades de una generación a la siguiente y junto con ello, las probabilidades de desnutrición infantil. En segundo lugar, porque implica mayores probabilidades de mortalidad y morbilidad infantiles, así como de complicaciones obstétricas y en el puerperio para las madres. Y en tercer lugar porque se vincula a la deserción escolar.
Consecuencias para la salud
Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo. Sin embargo, desde el año 2000 se han registrado descensos considerables en el número de muertes en todas las regiones, sobre todo en Asia Sudoriental, donde las tasas de mortalidad se redujeron de 21 a 9 por 100 000 muchachas. Cada año se practican unos 3 millones de abortos peligrosos entre muchachas de 15 a 19 años, lo que contribuye a la mortalidad materna y a problemas de salud prolongados.
La procreación prematura aumenta el riesgo tanto para las madres como para los recién nacidos. En los países de ingresos bajos y medianos, los bebés de madres menores de 20 años se enfrentan a un riesgo un 50% superior de mortalidad prenatal o de morir en las primeras semanas de vida que los bebés de mujeres de 20 a 29 años. Cuanto más joven sea la madre, mayor el riesgo para el bebé. Además, los recién nacidos de madres adolescentes tienen una mayor probabilidad de registrar peso bajo al nacer, con el consiguiente riesgo de efectos a largo plazo.
Consecuencias económicas y sociales
El embarazo en la adolescencia puede también tener repercusiones sociales y económicas negativas para las muchachas, sus familias y sus comunidades. Muchas adolescentes que se quedan embarazadas se ven obligadas a dejar la escuela. Una adolescente con escasa o ninguna educación tiene menos aptitudes y oportunidades para encontrar un trabajo. Esto puede también tener un costo económico para el país, puesto que se pierden los ingresos anuales que una mujer joven hubiera ganado a lo largo de su vida de no haber tenido un embarazo precoz.
- Miedo a ser rechazadas socialmente: una de las consecuencias de la adolescencia y el embarazo es que la joven se siente criticada por su entorno y tiende a aislarse del grupo.
- Rechazo al bebé: son niñas y no desean asumir la responsabilidad, el tiempo y las obligaciones que supone ser madre. Sin embargo, esto también las hace sentirse culpables, tristes y su autoestima se reduce.
- Problemas con la familia: comunicar el embarazo en la familia muchas veces es fuente de conflicto e incluso rechazo por parte de su propio entorno.
La respuesta de la OMS
En 2011 la OMS publicó junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) unas directrices sobre la prevención de los embarazos precoces y la reducción de los resultados negativos para la reproducción. Las directrices contienen recomendaciones sobre las medidas que los países podrían adoptar, con seis objetivos principales:
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- Reducir el número de matrimonios antes de los 18 años;
- Fomentar la comprensión y el apoyo a fin de reducir el número de embarazos antes de los 20 años
- Aumentar el uso de anticonceptivos por parte de las adolescentes a fin de evitar el riesgo de embarazo involuntario;
- Reducir las relaciones sexuales forzadas entre las adolescentes;
- Reducir los abortos peligrosos entre las adolescentes;
- Incrementar el uso de servicios especializados de atención prenatal, en el parto y posnatal por parte de las adolescentes.
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